Algo que me parece relevante de la educación en el hogar, es la valiosa oportunidad que tenemos los padres de enseñar a nuestros hijos, valores, buenos hábitos y por supuesto formar el carácter de Cristo en ellos. En el libro de Hilda Magañas sobre "Escuela en Casa", ella menciona que no es posible enseñar matemáticas sin orden, como un sencillo ejemplo de es más importante formar el carácter primero antes de siquiera intentar añadir álgebra o las tablas de multiplicar a la vida de un niño.
Bueno pues este ha sido mi reto de los últimos dos meses, reestructurar el orden en nuestro hogar, ayudar a nuestros hijos a cumplir metas simples como levantarse y arreglar su habitación antes de iniciar sus actividades escolares. Al principio fue una lucha, pero cada día es más fácil, claro que me obliga a mantener mi propio espacio de trabajo ordenado y el fregadero brillante y sin loza sucia.
Quiero compartirles 5 consejos útiles que estoy incorporando en nuestro hogar, que están revolucionando nuestra convivencia, imaginen a una mamá de 3 niños enseñando 2 grados de primaria y uno de secundaria, feliz porque la habitación de sus hijos luce más limpia que la suya...
1. Enseña con el ejemplo, eso de dar la orden y luego enojarte terriblemente porque el resultado no es lo que esperabas, sin instruirlos en lo qué se espera de ellos, es un fracaso seguro. Si quiero que mis hijos arreglen bien su habitación, primero les enseño a hacer la cama, a sacar los juguetes y acomodarlos en cajas, a doblar la ropa, etc., etc., se puede convertir hasta en una actividad divertida.
2. La habitación se arregla en la mañana, antes de iniciar al resto de las actividades, ellos pueden disfrutar de su habitación ordenada y les permite concentrarse en lo demás.
3. Motívalos cada día, un plan de recompensas por tener la habitación más limpia siempre ayuda, tal vez algo para colgar en sus puertas, que indique que su habitación está muy limpia y al final de la semana un premio, como escoger la película que quieren ver o ir por un helado es buena idea. Y aún es mejor si añades un premio especial cada vez que haya empate, como palomitas extras o una salida. Esto motiva al trabajo en equipo y reduce la competencia entre hermanos y te sorprenderá ver a una adolescente ayudando a los más pequeños para lograr el empate.
4. Haz lo mismo, levántate y arregla tu habitación primero, porque no hay otra forma de enseñar que con el ejemplo real, tu tiradero les dice a ellos que tienes un doble discurso, y es la fórmula ideal para desalentar y exasperar a tu hijos.
5. Mantén un diario y semanal de tareas para ti y tus hijos, dependiendo de sus edades pueden ayudar con diferentes tareas, les ayuda a ver sus logros y a formar hábitos. A mí me está ayudando, ya sé que nuestra cultura es menos estructurada y hasta nos pueden provocar alergia las agendas, pero si enseñas en casa, tal vez poner en papel tus metas en cuanto a orden y cumplirlas, hagan del trabajo diario y del estudio algo más ameno, menos tenso y mucho más productivo.